
Un estudio demuestra que a través de la respiración podemos trabajar la atención, la memoria, el control emocional, depresión, estrés e incluso síntomas físicos como el dolor de cabeza y estómago.
Practicar ejercicios de respiración nos ayuda a mejorar estos síntomas y a deshacer la tensión acumulada como a tener una mejor calidad de sueño que descansa y rejuvenece!
Respiraciones más largas, profundas y completas como las que hacemos en cabina antes de empezar cualquier tratamiento facial cambia el porcentaje de dióxido de carbono en nuestro sistema, relajándonos.
Para hacerlo bien hay que inhalar por la nariz dos segundos, sintiendo que el aire se desplaza hacia el abdomen y este se infla. Las costillas inferiores se mueven hacia fuera y lo expulsas por la boca durante unos segundos.
Te animo a poner en práctica estos consejos durante el confinamiento para conservar nuestro bienestar emocional, especialmente en las noches para conseguir una relajación.
