
El masaje Kobido tiene todos los beneficios del lifting, pero con la ventaja de no tener que pasar por el quirófano. Esta técnica de belleza proviene de Japón, cosa que no es de extrañar, puesto que, ya sabemos que para los japoneses la belleza es muy importante. De hecho, en Japón, la belleza es considerada como un ritual. Este ritual diario de belleza lo aprenden desde que son niños y hace hincapié en llevar una alimentación equilibrada, un estilo de vida sano y el cultivo del espíritu mediante alguna técnica de armonización.
Puesto que la base de la belleza es el equilibrio y la armonía, un rostro lleno de tensiones no puede jamás ser bello. En este sentido la relajación mental y física, influyen directamente sobre nuestra apariencia externa. De ahí que el masaje Kobido sea principalmente una técnica desestresante que consigue unos resultados sorprendentes. Esto se debe a que se enfoca sobre todo en la relajación, además de estimular puntos concretos del rostro y cuello.
Usando la técnica del masaje Shiatsu, una técnica también japonesa, el masaje Kobido usa los conocimientos ancestrales de los meridianos de acupuntura. Por medio de la estimulación de dichos puntos de acupuntura con los dedos, y una serie de pases de masaje a diferentes velocidades, consigue un efecto rejuvenecedor casi inmediato.
Masaje Kobido en Madrid
El masaje Kobido es una técnica de masaje japonés, como ya apuntábamos anteriormente. La palabra kobido significa: antiguo camino de la belleza. Y fue usado por las emperatrices japonesas durante siglos. El masaje Kobido, es todo un lifting facial que te rejuvenece sin necesidad de acudir a cirugía. El origen del masaje Kobido, según las leyendas, se lo debemos a los guerreros samuráis. Estos, después de la batalla, se masajeaban la cara para calmarse. Pero una emperatriz japonesa se dio cuenta de los efectos pro-belleza que tenía esta técnica, y decidió usarla, haciendo que su fama se extendiera.
A partir de ahí, su conocimiento se extendió por todo Japón, y recientemente por Europa. La técnica consiste en la alternancia entre movimientos rápidos y lentos. Estos movimientos lo que hacen es fomentar la circulación sanguínea en el rostro, el cuello y la parte superior del pecho. El masaje Kobido consta de cuatro fases diferenciadas:
En la primera, preparamos la piel mediante una limpieza profunda y un masaje de drenaje.
En la segunda fase, se incorpora la aplicación de productos cosméticos naturales. Esta fase sirve para estirar e iluminar la piel.
La siguiente fase, es la parte donde se profundiza en el masaje. Aquí los movimientos son rápidos, para conseguir la oxigenación de la piel.
Y ya en la última fase del masaje Kobio, se usa una técnica de masaje sobre los puntos de acupuntura del rostro. Esta última fase, consigue relajar todo el rostro y la zona del cuello, aportando alivio y relajación profunda después de la intensidad de la etapa anterior.
La técnica de masaje que se usa en el Kobido es el Shiatsu. El Shiatsu es una técnica japonesa que presiona con la yema de los dedos los puntos de acupuntura, mediante una combinación de distintas velocidades y presiones.
Beneficios del masaje Kobido
El principal beneficio del masaje Kobido es su efecto anti-edad sobre la piel del rostro y cuello. Después de varias sesiones de masaje notaremos los efectos lifting de esta técnica milenaria. Las arrugas desaparecen y la piel recobra su elasticidad, firmeza y juventud. Pero además de este beneficio estético, tiene otros beneficios añadidos. Sirve también para combatir el estrés, ya que debido a su efecto final relajante profundo, consigue aliviar los síntomas de las migrañas y jaquecas.
Otro de los beneficios es que activa y mejora la circulación. En ese sentido, uno de los objetivos principales del masaje Kobido es oxigenar y activar toda la circulación sanguínea. Con ello se consigue que luzcamos una piel radiante, joven y luminosa.
En caso de que padezcamos de bruxismo (apretar los dientes mientras dormimos), el masaje Kobido consigue aliviar sus efectos, debido al efecto relajante sobre la mandíbula. Otro beneficio a tener en cuenta es que mejora la visión. Puesto que el masaje se aplica en las zonas próximas a los ojos, ello conlleva un efecto estimulador y activador en la actividad visual, haciendo que nuestra agudeza visual mejore.
Además de todos esos beneficios también actúa sobre el sistema digestivo. Puesto que en el rostro se reflejan puntos de acupuntura relacionados con el resto del organismo, el efecto del masaje previene el estreñimiento, al estimular el correcto funcionamiento de dicho sistema. Además de favorecer la mejora de las funciones digestivas.
Y por si fuera poco, tiene un efecto muy beneficioso sobre el estado de ánimo. Todo masaje tiene efecto anti-estrés, pero esta técnica en concreto, al aplicarla sobre el rostro, y al llegar a capas tan profundas de la musculatura facial, consigue eliminar tensiones y nos conduce a una relajación completa y profunda.
Cómo se hace el masaje kobido

Aunque podemos aplicarnos nuestro propio masaje Kobido, lo mejor, si queremos obtener todos sus beneficios, es acudir a un profesional experto. Ya que, es la persona que tiene la formación necesaria para aplicarnos esta técnica de manera correcta.
La técnica en sí consta de unos movimientos muy precisos que trabajan sobre los meridianos de acupuntura que recorren el rostro. Trabajando sobre ellos, para, primero eliminar todas las tensiones, y a continuación equilibrar y fortalecer los puntos clave del óvalo facial, cuello y hombros. También se masajea la cabeza, para aliviar la tensión acumulada en el cráneo y el cuero cabelludo.
Los pasos a seguir para hacer el masaje Kobido podríamos resumirlos de la siguiente manera
Aplicaremos una crema facial sobre todo el rostro y cuello, deslizamos los dedos desde las orejas hasta la base del cuello, pasando por el pecho. A continuación, arrastramos tres dedos de la mano desde el centro de la frente hacia las sienes, y de ahí hacia la clavícula. Luego dibujamos el contorno de los ojos formando un círculo, y de ahí volvemos a las sienes para bajar hasta el la base del cuello otra vez.
Ahora nos centramos en la zona de la boca y , poniendo tres dedos bajo el labio inferior, los arrastramos hacia afuera. Formamos después un circulo hasta llegar a la zona de debajo de la nariz.
Una vez en la nariz, y partiendo de las aletas, arrastramos los dedos hacia afuera, hacia las sienes. Después volvemos a la comisura de los labios, y desde ahí estiramos la piel hacia la zona de los ojos. Mantendremos durante 3 segundos la presión sobre los ojos y repetimos el proceso variando la presión.
Luego, sujetamos la barbilla con una mano, y con la otra arrastramos la mano desde la base de la mandíbula hacia donde comienza la nariz. Hacerlo por cada lado de la cara. Después, situando la base de las manos sobre los pómulos, los arrastramos hacia las orejas, para bajar a continuación hacia la clavícula. Repetimos este movimiento, pero esta vez, desde la barbilla.
Lo siguiente, es volver a sujetar la barbilla con una mano. Con la otra realizaremos un movimiento de zig-zag con los dedos, sobre la frente, para bajar luego hacia las clavículas con ambas manos.
Cada movimiento se ha de repetir tres veces. Una vez completado todo el proceso habremos terminado el masaje.